Un préstamo personal es cuando pedís dinero a un banco para pagar un proyecto que tengas. Una vez recibís el dinero, te comprometés a devolverlo en un plazo determinado, sumando un porcentaje de interés. En Credilemon podés comparar ofertas de préstamos personales y elegir la que mejor se adapte a vos.
Un préstamo personal es cuando un banco o financiera le presta cierta cantidad de plata a una persona para que pueda financiar un proyecto. A cambio, esa persona se compromete a devolver esa plata en un tiempo determinado. Además, el préstamo incluye un tipo de interés, lo que significa que la persona deberá devolver la cantidad prestada más un porcentaje adicional por intereses.
Al momento de comparar préstamos verás estas dos siglas entre las condiciones, especificando porcentajes de interés. El TNA es Tasa Nominal Anual y se refiere al interés que pagarías si devolvieras todo el monto del préstamo en un solo pago. Se calcula anualmente.
El CFTEA es el Costo Financiero Total Efectivo Anual y se considera como el costo real del préstamo. Se trata de una medida que toma en cuenta el TNA, pero que además también toma en cuenta comisiones, seguros, impuestos y cualquier otro gasto asociado al préstamo. Debido a esto, el CFTEA suele ser mayor que el TNA. Por ejemplo, para un TNA de 82%, el CFTEA podría ser de 157%.
El primer requisito es tener la edad mínima requerida. Normalmente es 18 años, aunque hay financieras que podrían pedir mínimo 21. También, hay muchas financieras y bancos que no conceden préstamos a personas mayores de 74 años.
Por otro lado, no alcanza con tener trabajo, sino que necesitás contar con cierta antigüedad en tu puesto, ya sea que trabajes para una empresa o como independiente. En ambos casos, tenés que tener al menos 1 año de antigüedad. Sin embargo, algunos bancos pueden concederte préstamos con solo 3 meses de antigüedad si recibís tu salario en una cuenta de ese banco. Además, hay bancos que tienen rangos de ingresos según si sos cliente del banco y de la zona donde vivís. En este caso, entonces tus ingresos deben ser iguales o superiores al rango correspondiente.
Finalmente, es importante no tener deudas y que tu nombre no figure en la central de riesgo del BCRA.
Tomando esto en cuenta, estos son los documentos más comunes que podrían pedirte cuando solicitás un préstamo:
DNI válido
Constancia de CUIL
Comprobante de domicilio (como el recibo de la luz o el internet)
Comprobante de ingresos (recibo de salario, certificado de ingresos, declaración de la renta)
Comprobante de antigüedad (como un contrato laboral)
En Argentina existen tres tipos de préstamos personales:
Préstamos tradicionales: es el tipo más común de préstamo. La financiera te presta cierta cantidad de plata y vos tenés que devolverla en un tiempo determinado, sumando el interés correspondiente.
Préstamos UVA: es un préstamo que no está expresado en pesos, sino en Unidades de Valor Adquisitivo (UVA). Por ejemplo, en lugar de pedir $100.000 pesos, pedís 80 UVAs. El Banco Central de la República Argentina fija el valor de un UVA cada mes y el costo de los préstamos se actualiza de acuerdo a ese valor. La tasa de interés para este tipo de préstamo suele ser más baja que para los préstamos tradicionales.
Préstamos por descuento de haberes: es un préstamo para trabajadores o jubilados. Cuando pedís este préstamo, el banco y la empresa donde trabajás tienen un acuerdo. El banco deposita la plata que pediste en tu cuenta y luego la empresa descuenta el pago del préstamo directamente de tu sueldo y se lo transfiere al banco.
El primer paso para pedir cualquier préstamo es decidir para qué lo vas a usar y cuánta plata necesitás. Después, considerá tus ingresos y evaluá si podés pagar esa cantidad o si tenés que pedir un monto menor. Para esto, pensá en todos tus gastos fijos, como el alquiles, los servicios y la comida. Una vez que tengas todos esos gastos, restalos a tu sueldo y mirá cuánto te sobra. El pago mensual de tu préstamo no puede superar esa cantidad sobrante.
Si ya sabes cuánto vas a pedir y estás seguro de que podés pagarlo cada mes, el siguiente paso es buscar el banco o la financiera que te ofrezca el préstamo con las mejores condiciones. En general, las condiciones más atractivas son intereses más bajos, ya que el costo final que tendrás que pagar será menor.
Si ya seleccionaste la financiera, entonces revisá los requisitos específicos para ver si los cumplís. Si todo está en orden, solicitá el préstamo y esperá la aprobación. Una vez te lo aprueben, revisá las condiciones y tomá nota de las fechas de vencimiento de cada cuota para que no se te olvide.
Si tenés deudas sin pagar, esto puede hacer que terminés inscrito en la central de riesgo del BCRA. Cuando tu nombre está en esa lista, es posible que muchos bancos y financieras te nieguen el préstamo porque para ellos es riesgoso prestarte.
Para evitar terminar en la central de riesgo tenés que pagar tus deudas a tiempo. Empezá por asegurarte de solo pedir préstamos que sabés que podés pagar y priorizá realizar los pagos hasta que la deuda esté saldada. También, si tenés la oportunidad de pagar más de la cuota mensual o pagar la deuda completa antes de tiempo, aprovechala.
Si surge algún imprevisto y no podés pagar a tiempo un mes por cualquier motivo, lo mejor que podés hacer es hablar con el banco o la financiera para ver si te pueden dar una extensión del plazo. Si lo negociás, entonces el retraso no tiene por qué afectar tu historial de crédito.