Los créditos rápidos son préstamos por pequeñas cantidades de dinero útiles para resolver emergencias y gastos inesperados, aunque también tienen la desventaja de una tasa de interés elevada. En Credilemon te recomendamos los mejores créditos rápidos de Colombia para que elijas el ideal para ti.
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Los créditos rápidos o microcréditos son un tipo de préstamo por pequeñas cantidades de dinero. Se diferencian de los préstamos tradicionales porque son concedidos rápidamente y en línea, lo que los hace muy convenientes para emergencias y gastos inesperados. La cantidad máxima que se suele prestar varía de un prestamista a otro, pero $5.000.000 es uno de los límites más comunes.
Algunos bancos conceden este tipo de préstamos, pero lo más común es que los concedan entidades financieras especializadas. Estas entidades usualmente ofrecen solo créditos rápidos, aunque en ocasiones podrían ofrecer también préstamos tradicionales, préstamos con aval y tarjetas de crédito. Finalmente, también hay ciertas ONG y cooperativas que conceden microcréditos similares, aunque en su caso los ofrecen a personas vulnerables con el objetivo de ayudarles a desarrollar una ocupación.
Estas son las principales ventajas de los créditos rápidos:
Suelen pedir menos requisitos y documentos
Se solicitan en línea, por lo que están accesibles desde cualquier lugar
Se conceden en minutos, con lo que son útiles para situaciones de emergencia
Puedes solicitarlo si no tienes historial de crédito, e incluso si estás reportado, dependiendo del prestamista
Por otro lado, estas son algunas de las desventajas:
Los intereses son más altos que los préstamos tradicionales
El plazo para pagar es más corto y hay menos flexibilidad
Si te retrasas, los intereses por mora son aún más elevados
Como se conceden con facilidad, hay riesgo de sobreendeudamiento
Existen muchos prestamistas fraudulentos que solo intentan estafar
Las ventajas hacen que los créditos rápidos sean una buena opción en situaciones donde no puedes esperar más tiempo para obtener dinero; sin embargo, es importante saber cómo gestionarlos para evitar situaciones desagradables. A continuación te explicamos cómo elegir un crédito de forma que no te sobreendeudes y evites las estafas y otros peligros similares.
Una de las primeras consideraciones que debes tener antes de solicitar cualquier crédito es tu capacidad de pago. Saber esto es muy útil para planificar tus finanzas adecuadamente y evitar situaciones de mora. Para calcular tu capacidad de pago, primero compara los gastos de los últimos meses para encontrar puntos en común. Aquellos que haces mes a mes son tus gastos fijos. Por ejemplo: alquiler, comida, transporte, servicios públicos, plan de celular, entre otros.
Suma estos gastos fijos para tener un monto aproximado de cuánto dinero necesitas en un mes para cubrir tus necesidades básicas. Luego, resta este monto a tu salario mensual. El número resultante es el máximo que puedes permitirte pagar en un mes sin descuidar tus necesidades. Este cálculo no es infalible, pues mes a mes surgen variaciones e imprevistos, pero es una buena guía.
En segundo lugar, debes considerar las condiciones del préstamo en sí. Por un lado está el monto, que idealmente debería ser suficiente para cubrir lo que sea que necesites. Por el otro, está el plazo de pago, el cual determinará en cuántas cuotas mensuales deberás pagar el préstamo. Finalmente, también está la Tasa Efectiva Anual (TEA), la cual reúne la tasa de interés y las comisiones y gastos para darte el costo final del préstamo.
La TEA es la condición a la que debes prestar mayor atención, ya que el costo final es el total que deberás pagar. Este costo total dividido entre la cantidad de cuotas mensuales debería resultar en una cantidad igual o menor a tu capacidad de pago. De esta forma, tendrás mayor seguridad de que cada mes podrás pagar la cuota y no terminarás en mora.
Para seleccionar un préstamo, puedes buscar aquellos que ofrezcan el monto que necesitas, en un plazo de pago conveniente para ti y con una TEA razonable, o lo más baja posible. Si tienes algunas opciones que cumplan estos requisitos, el siguiente paso es ver si son confiables.
Al buscar créditos rápidos es muy común encontrar opciones con promesas increíbles y condiciones poco claras que se aprovechan de la necesidad de dinero de las personas. Puedes identificar estos créditos fraudulentos al buscar si están regulados o no. En Colombia existen 2 entidades que regulan a las entidades que otorgan créditos rápidos. Por un lado está la Superintendencia Financiera de Colombia (SFC), la cual regula a bancos y entidades oficiales. Por el otro, está la Superintendencia de Industria y Comercio (SIC), la cual regula a fintechs y apps digitales.
Si la empresa que te ofrece el crédito está regulada por uno de estos dos entes, entonces es confiable y puedes hacer la solicitud, porque el ente regulador te protege. Si no está regulada, lo mejor es que la evites, ya que puede tratarse de una estafa o de un crédito gota a gota.
Estos créditos son un tipo de préstamo fraudulento que se ha convertido en un verdadero problema. Son ofrecidos por particulares o empresas al margen de la legalidad que buscan beneficiarse a costa del bienestar financiero de los clientes. Por un lado ofrecen créditos sin verificar historial crediticio con condiciones inmejorables. Por el otro, tienen intereses abusivos, costos ocultos y prácticas de cobranza que en muchos casos recurren a la intimidación y la violencia.