Las cuentas de ahorro están diseñadas para ayudarte a ahorrar dinero y para multiplicar tus ahorros poco a poco. En Credilemon te recomendamos las mejores cuentas de ahorro de México para que puedas cumplir tus metas financieras.
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Las cuentas de ahorro son un producto bancario diseñado para ayudarte a ahorrar dinero, de forma que puedas cumplir tus metas financieras. Estas cuentas usualmente no cobran comisiones de apertura o mantenimiento; además, frecuentemente pagan intereses por el dinero que tienes guardado, lo que las hace más atractivas. Tu dinero se multiplica poco a poco conforme pasa más tiempo en la cuenta.
El funcionamiento básico es muy sencillo. Tú depositas el dinero en la cuenta y el banco lo guarda por ti. Dependiendo del tipo de cuenta, puedes tener acceso inmediato e ilimitado al dinero, o puedes tener ciertas barreras o limitaciones para usarlo, como una forma de evitar gastos impulsivos. Cada cierto tiempo, el banco te deposita una cantidad de dinero adicional por concepto de intereses, lo que se conoce como rentabilidad. Esta cantidad es un porcentaje del dinero que tengas en la cuenta, por lo que mientras más dinero ahorres, más ganarás. Los intereses se pagan comúnmente de forma mensual, pero también hay ciertos bancos que pagan de forma diaria o trimestral.
Estos son algunos de los motivos principales por lo que es bueno tener una cuenta de ahorro:
Tu dinero se mantiene seguro contra robos o hurtos
Ganas más dinero lentamente gracias a la rentabilidad
La rentabilidad es un incentivo para ahorrar más
Ayuda a reducir los gastos impulsivos
Te ayuda a alcanzar tus metas financieras
También cabe destacar que pueden existir algunas desventajas o puntos a considerar antes de abrir una cuenta de ahorro. Uno de ellos es el hecho de que la tasa de interés es menor que en otros productos como las inversiones. En algunos casos, la tasa de interés puede ser menor que la tasa de inflación, por lo que el dinero pierde más valor del que gana. La tasa de interés depende del banco; generalmente los bancos tradicionales suelen ofrecer tasas más bajas, mientras que los bancos digitales ofrecen una tasa mayor. Otra posible desventaja es tener que pagar comisiones o penalizaciones por retirar el dinero, aunque esto depende de la cuenta, ya que no todas tienen estas comisiones.
Los requisitos varían dependiendo del banco y de la cuenta. En general, los bancos digitales suelen pedir menos requisitos que los bancos tradicionales, pero esto puede variar. Entre los requisitos más comunes que solicitan, están los siguientes:
Identificación oficial vigente, como el INE o el pasaporte.
Comprobante de domicilio, como una factura de servicios. Usualmente, se pide que no sea mayor de 3 meses.
Número de teléfono y correo electrónico para acceso a la banca digital.
Monto mínimo de apertura. Algunos bancos pueden pedir $1 o incluso 0, pero hay otros que pueden pedir entre $50 y $1000 pesos.
Firmar el contrato de apertura presencialmente en una sucursal o digitalmente a través de la aplicación.
Al momento de elegir una nueva cuenta de ahorro, uno de los aspectos más importantes a considerar es la rentabilidad. Cuanto mayor sea la rentabilidad, más serán las ganancias que puedes obtener. Si tienes dudas al comparar, puedes utilizar una calculadora de rentabilidad para colocar la cantidad de ahorros que tienes y las características de la cuenta. La calculadora te dirá un estimado de cuánto puedes ganar, así que si haces lo mismo con varias cuentas, podrás saber cuál te permite ganar más.
Otro aspecto a tomar en cuenta es que el dinero esté protegido. Dos de las instituciones que protegen los ahorros son el Instituto para la Protección al Ahorro Bancario (IPAB) y el Fondo de Protección de Sociedades Financieras Populares y de Protección a sus Ahorradores (Prosofipo). Estas protecciones aseguran que si ocurre alguna crisis o si el banco quiebra, tú recibas el dinero que tenías guardado; así, puedes tener la tranquilidad de no perder los ahorros que tanto esfuerzo has puesto en reunir.
El siguiente aspecto es la facilidad de acceso al dinero y depende de tus metas. Un primer escenario puede ser que estés ahorrando a corto plazo, por ejemplo, creando un fondo de emergencia o si el dinero lo vas a destinar a una compra grande, como un viaje. En ese caso, una cuenta con acceso inmediato al dinero sería una buena opción. Puedes buscar una que tenga una tarjeta de débito o que te permita trasladar el dinero a una cuenta corriente en cualquier momento.
El segundo escenario es que quieras ahorrar a un plazo más largo, como comprar un auto o una casa. En ese caso, una cuenta con menor acceso al dinero sería mejor. De esa forma, tendrás menos tentación de utilizarlo antes de tiempo, ya que será más difícil acceder a él o habrá consecuencias por usarlo, como tener que pagar comisiones.
En resumen, elige una cuenta protegida por el IPAB o el Prosofipo, con la mayor rentabilidad que puedas obtener y con una accesibilidad al dinero que se adapte a tus necesidades y al tiempo que esperas tener el dinero en la cuenta.