Las tarjetas revolving te permiten comprar algo hoy y pagarlo en cómodas cuotas mensuales, más intereses. Su flexibilidad en los pagos las hace muy útiles, si se utilizan con responsabilidad. En Credilemon puedes comparar distintas tarjetas revolving y elegir la mejor para ti.
Las tarjetas revolving son una modalidad de pago y un tipo de tarjeta de crédito que te permite pagar tu consumo en cómodos plazos. Como modalidad de pago, revolving consiste en pagar un monto mínimo mensual por tantos meses como haga falta para saldar toda la deuda con intereses. Una tarjeta de crédito tradicional generalmente funciona pagando todo lo que consumiste a fin de mes. Pero si no puedes o no quieres pagar todo, puedes pagar solo una parte cada mes, con sus correspondientes intereses. La modalidad de pago revolving sería algo que puedes hacer solo si quieres.
Como tipo de tarjeta de crédito, revolving significa que la modalidad de pago a plazos es el funcionamiento principal de la tarjeta. Eliges un monto mínimo y pagas solo eso hasta saldar la deuda completa. Dependiendo del banco, puede que te permitan pagar la deuda completa a fin de mes o puede que te penalicen si quieres hacerlo.
“Revolving” se podría traducir como renovable o rotativo. Esto se debe a que la línea de crédito asociada a la tarjeta se va recuperando lentamente conforme pagas las cuotas.
Al momento de solicitar una tarjeta, seleccionas el monto que quieres pagar al mes. Por ejemplo, $200 pesos. Muchos bancos tienen un monto mínimo aceptable y tú puedes elegir ese o un monto más alto. Si haces una compra de $2000 pesos, tendrías que pagar $200 al mes durante 10 meses para saldar la deuda.
Sin embargo, las tarjetas de crédito en general cobran intereses y las revolving no son la excepción. En este ejemplo, la tarjeta tiene un CAT del 6%. Esto quiere decir que la deuda total sería de $2120 pesos y que tendrías que pagar 10 cuotas de $200 pesos y una última cuota de $120 pesos.
Este funcionamiento es en un escenario ideal en el cual haces una sola compra y vas pagando hasta saldarla por completo. Si haces múltiples compras, el monto de la deuda va creciendo y los intereses también se irán acumulando más.
Por ejemplo, si después de pagar 2 cuotas de $200 pesos haces otra compra de $1000 pesos, esta nueva compra se suma a los $1600 que todavía debes de la compra anterior. Entonces tu deuda ahora es de $2600 pesos y necesitarías pagar 13 cuotas de $200 pesos más una cuota adicional de $156 por intereses.
Si haces una tercera o cuarta compras, la cantidad que debes, el número de cuotas y los intereses que te tocaría pagar también aumentarían. El CAT de 6% es solo un ejemplo ilustrativo, los intereses de tarjetas revolving pueden llegar hasta el 20% en algunos casos.
La principal ventaja de las tarjetas revolving es la flexibilidad. Puedes comprar algo hoy y disfrutar de ello mientras lo vas pagando a lo largo de varios meses. El hecho de que la cuota mínima sea algo que tú elijes te permite asegurarte de que siempre vas a poder pagarla, lo cual ayuda a poder planificar financieramente.
Sin embargo, el riesgo de sobreendeudamiento con estas tarjetas es una gran desventaja. Pagar solo una cuota mínima al mes puede darte una falsa sensación de seguridad y hacerte sentir que está bien comprar más, porque siempre puedes pagarlo poco a poco. Pero es importante tener en cuenta que los intereses se acumulan y que podrías terminar con mucha deuda si utilizas la tarjeta constantemente.
Las tarjetas de crédito revolving pueden ser una gran herramienta, siempre que elijas la opción adecuada y sepas utilizarla. Estos consejos pueden ayudarte:
Asegúrate de que entiendes cómo funciona la tarjeta. El banco o la entidad debería presentar toda la información relevante de forma clara y fácil de entender. Si la información que ves te deja con muchas dudas, tal vez sería mejor elegir otra tarjeta.
Busca la tarjeta con las mejores condiciones posibles. La condición más importante es la tasa de interés, la cual mientras más baja mejor. Pero también considera si puedes pagar por adelantado o si te permiten varias modalidades de pago para adaptarse a distintas compras.
Elige la cuota mínima más alta que puedas. De esta forma, podrás pagar tus deudas con mayor rapidez; además, los intereses no se acumularán por tanto tiempo, por lo que ahorrarás dinero. Calcula todos tus gastos —alquiler, comida, transporte, servicios, etc.— y réstalos a tus ingresos. El monto resultante es el máximo que podrías pagar al mes cómodamente.
Usa la tarjeta solo para compras puntuales. No la trates como dinero adicional ni como tu método de pago habitual. Es mejor utilizarla solo para casos especiales como un gasto inesperado o una compra grande, y no volver a usarla hasta que hayas pagado la deuda al completo. De esta forma, evitas caer en el ciclo de sobreendeudamiento.
Revisa tu balance periódicamente. Verifica cuánto debes y cuánto tiempo vas a tardar en pagarlo. También lleva un control de tus gastos e ingresos. Toda esta información te permitirá tener una idea clara del estado de tus finanzas y tomar decisiones acorde.
En Credilemon podemos ayudarte a elegir entre varias tarjetas revolving para encontrar la que más se adapte a lo que buscas. Además, si sigues estos consejos, una tarjeta de crédito revolving podría ser una herramienta útil para ti.