Una hipoteca fija te da el dinero para comprar una vivienda. Después puedes devolver el dinero por una cuota fija mensual durante al menos 10 años. En Credilemon te ayudamos a comparar diversas hipotecas y elegir la mejor para ti.
Una hipoteca fija es un tipo de préstamo hipotecario en el que el tipo de interés se mantiene igual durante toda la vida del préstamo. El dinero obtenido a través de un préstamo hipotecario se utiliza para comprar, construir o reformar una vivienda. Generalmente necesitas tener cierto porcentaje del costo de la vivienda ahorrado, entre el 10% y el 30%, y el banco te presta la cantidad restante. Después, tú vas devolviendo el dinero en cuotas mensuales por un plazo de varios años. Podría ser entre 10 y 20 años, aunque dependiendo de la entidad, el plazo podría ser un poco menor o mayor.
Las hipotecas de tipo fijo tienen muchas características de las hipotecas en general, pero sí cuentan con una diferencia principal. Estas características son:
Tienen un monto elevado, suficiente para cubrir la compra de una vivienda
Cuentan con un plazo de pago largo, de hasta 20 años
El tipo de interés se mantiene fijo durante todo el plazo
El banco puede cubrir hasta el 90% del precio de la vivienda
Suele solicitar la contratación de seguros de vida y daños
Se debe pagar comisiones varias, como de apertura o administración
La principal diferencia es el tipo de interés. Para hipotecas fijas el interés no cambia, pero para hipotecas variables, el interés cambia cada 6 o 12 meses, dependiendo de cómo fluctúe el mercado.
Solicitar un hipoteca fija tiene las siguientes ventajas:
La cuota mensual siempre será la misma
Estás protegido en caso de que la tasa de interés del mercado suba
Te da la estabilidad necesaria para planificar tus finanzas con mayor facilidad
Por otro lado, también tiene las siguientes desventajas:
La tasa de interés inicial suele ser más alta que la de una hipoteca variable
El plazo de amortización suele ser más corto
No podrás beneficiarte si la tasa de interés del mercado baja
Estas ventajas y desventajas hacen que las hipotecas fijas sean neutrales. Pueden ser buenas o malas para ti dependiendo de múltiples factores.
La decisión de solicitar una hipoteca fija depende de tus finanzas personales y de las características que más valores. Algunos aspectos a tener en cuenta son:
Si tus ingresos son estables o fluctúan
Si puedes tolerar el riesgo o prefieres la seguridad
Si prevés que la tasa de interés suba o baje en los próximos años
Cuál es el plazo de amortización que te resulta más cómodo, entre otros
Generalmente las hipotecas fijas son una buena opción si prefieres tener estabilidad y tienes poco margen para afrontar subidas en la tasa de interés. También si necesitas un plazo de amortización más largo, de 15 a 20 años.
Antes de tomar la decisión, podrías beneficiarte de hablar con un profesional. Muchos bancos o entidades financieras ponen asesores a tu disposición para que te den una opinión profesional con base en tu situación específica. Con su ayuda, puedes elegir la opción que más se adapte a ti.
Los requisitos suelen los mismos sin importar el tipo de hipoteca y tienen poca variación entre una entidad financiera y otra. Los requisitos más comunes son:
Tener entre 23 y 85 años, aunque diferentes bancos podrían tener límites mayores o menores.
Demostrar ingresos mensuales, el mínimo aceptado depende del banco.
Tener buen historial en el Buró de Crédito
Demostrar tener los fondos para cubrir al menos el 10% del valor de la vivienda, más gastos.
Tener antigüedad laboral de al menos un año.
Entre la documentación que podrían pedirte están:
Planilla de solicitud
INE o pasaporte
CURP (Clave Única de Registro de Población)
Acta de nacimiento
Comprobante de domicilio
Registro Federa de Contribuyentes (RFC)
Recibos de nómina de los últimos 3 meses
Reporte del Buró de Crédito
Autorización para consultar tu historia de crédito
Constancia de antigüedad laboral o carta de empleo
También es posible que tú tengas que pedirle algunos documentos al vendedor de la propiedad para poder solicitar la hipoteca:
Escrituras de la propiedad
Certificado de libertad de gravámenes
Comprobantes del pago de impuestos y servicios al día
Avalúo de la propiedad vigente y realizado por un evaluador certificado
El banco con el que estés tratando podría pedirte más o menos documentos. Por ello es importante leer la información de la hipoteca cuidadosamente y hablar con un asesor en caso de dudas.