Una hipoteca de tipo mixto es una combinación de los tipos de interés fijos y variables, por lo que tiene las ventajas de ambos. Comienza con un periodo inicial con interés fijo y luego pasa a ser interés variable.
Las hipotecas mixtas son un tipo de préstamo hipotecario que combina las características principales de las hipotecas fijas y variables, con lo que es posible beneficiarse de lo mejor de ambas. Una hipoteca mixta tiene un tipo de interés fijo durante los primeros años del préstamo; pasado este periodo, el tipo de interés pasa a ser variable y se reevalúa cada cierto tiempo para ajustarse a la situación del mercado.
En general los préstamos hipotecarios suelen tener las mismas características, ya que el funcionamiento es el mismo, con la excepción de los intereses. Estas son las características comunes:
Son un préstamo por un monto elevado
Tienen un plazo de amortización de hasta 30 años
La tasa de interés es fija durante los primero años del préstamo. Después se vuelve variable
El banco puede cubrir hasta el 90% del precio del inmueble
Tienen costos adicionales como impuestos y comisiones
Puede que debas contratar productos adicionales, como seguros de vida y desempleo.
La tasa de interés es la principal característica diferenciadora de los préstamos hipotecarios mixtos. Durante los primeros años, la tasa de interés se mantiene fija. Este periodo puede durar entre 3 y 10 años, dependiendo de la entidad y las condiciones de la hipoteca. Pasado este tiempo, la tasa de interés pasa a ser variable. Generalmente se reevalúa cada 6 o 12 meses y se utilizan indicadores como la Tasa de Interés Interbancaria de Equilibrio (TIIE) del Banco de México como referencia para decidir el nuevo tipo de interés.
Las hipotecas mixtas tienen varias ventajas en comparación con las fijas y las variables:
Tienes estabilidad y puedes planificar bien tus finanzas durante el periodo inicial con cuotas fijas.
Puedes aprovechar el periodo variable para ahorrar si los intereses bajan en ese tiempo.
La flexibilidad te permite adaptarte mejor a cambios en tus finanzas.
Pero también tienen algunas desventajas:
El interés inicial es más alto que en una hipoteca puramente variable
Existe riesgo de que el tipo de interés suba al finalizar el periodo fijo
Es una hipoteca más compleja que las fijas y las variables, por lo que puede ser más difícil de entender.
Al igual que los otros dos tipos de hipotecas, qué tan recomendable es para ti depende de una multitud de factores. Por sí mismas, las hipotecas mixtas no son ni buenas ni malas.
Esto depende de tu situación. Si te gusta la idea de tener algunos años para planificar tus finanzas y puedes afrontar el riesgo de que los intereses suban, una hipoteca mixta podría ser una buena opción. También si tienes previsto que tu situación económica mejore antes de que el periodo fijo termine, por lo que estarás en una buena posición para adaptarte a los cambios en el tipo de interés.
Si tienes dudas sobre cuál tipo de hipoteca contratar, lo más recomendable es que busques asesoramiento profesional en el tema. Una opción es hablar con asesores del banco con el que estás considerando solicitar la hipoteca. Otra opción es recurrir a la CONDUSEF, ya que ellos suelen ofrecer asesoramiento gratuito para consumidores.
En general los requisitos para solicitar una hipoteca no varían mucho, independientemente del tipo. Estos suelen ser los más comunes:
Tener entre 23 y 80 años, aunque cada entidad financiera podría tener límites distintos.
Demostrar ingresos mensuales suficientes para cubrir las cuotas, el mínimo aceptado varía dependiendo de la entidad.
Tener buen historial crediticio
Tener guardados al menos el 10% del precio del inmueble, más un extra para cubrir comisiones y gastos.
Además, también deberás demostrar el valor de la vivienda a comprar, y que la misma está libre de gravámenes —que no tiene una hipoteca sin pagar ni está siendo usada como garantía de préstamo, por ejemplo— y con todos los impuestos y recibos al día.
Para demostrar que se cumple con los requisitos, estos son algunos de los documentos que podrías necesitar:
INE/IFE o pasaporte vigente
Acta de nacimiento
CURP
Recibos de nómina recientes
Constancia de antigüedad laboral o carta de empleo
Reporte del Buró de Crédito
Comprobantes de domicilio, como recibos de servicios
Estados de cuenta
Escrituras de la propiedad a comprar
Certificado de libertad de gravámenes
Comprobantes del pago de impuestos y servicios al día
Avalúo de la propiedad
Un asesor del banco podrá darte una lista más detallada de todos los requisitos y documentos para que puedas reunirlos. Una vez lo tengas todo en orden, el proceso de solicitud puede comenzar.