Las cuentas sin comisiones funcionan igual que cualquier otra cuenta bancaria, pero tienen la ventaja de que te puedes ahorrar comisiones como las de apertura o mantenimiento. En Credilemon te ayudamos a comparar las mejores cuentas sin comisiones de España.
Contenido en este artículo
Las cuentas sin comisiones son cuentas bancarias de diversos tipos que comparten una característica común: no cobran varias de las comisiones que suelen ser comunes en otras cuentas bancarias. Estas cuentas son convenientes porque pueden ayudarte a ahorrar algo de dinero al año que de otra forma pagarías en comisiones al banco.
Una cuenta es en esencia un contrato entre el banco y tú. El banco se compromete a guardar el dinero que deposites y a tenerlo accesible para ti en cualquier momento. En el modelo tradicional de cuentas, el cliente paga por este servicio en forma de comisiones. En modelos más recientes, las comisiones son reemplazadas por el cumplimiento de otros requisitos, como domiciliar nómina, contratar productos adicionales o tener un saldo mínimo en la cuenta.
El funcionamiento de las cuentas sin comisiones es esencialmente el mismo que el de una cuenta tradicional. Puedes realizar las mismas operaciones, solo que el coste de estas para ti podría ser mucho menor o nulo. Aparte de eso, estas son algunas de las características específicas de las cuentas sin comisiones:
Se suelen contratar en línea. Hay algunas que también se pueden contratar de forma presencial, pero cada vez es más frecuente hacer la contratación a través de la aplicación del banco.
Están exentas de comisiones de administración o mantenimiento, pero todavía es posible que cobren alguna comisión adicional como por retiradas de dinero en cajeros ajenos a la entidad.
Dependiendo de la cuenta, podrías tener acceso a tarjetas de crédito o débito también sin comisiones.
Algunas cuentas podrían incluir regalos o bonificaciones de bienvenida si eres un nuevo cliente.
Algunas cuentas tienen requisitos específicos y si dejas de cumplirlos, puede haber consecuencias negativas.
Los requisitos básicos de las cuentas sin comisiones son los mismos que los de las cuentas tradicionales:
Ser mayor de 18 años
Tener un DNI o NIE vigente
Residir en España y tener una dirección postal
Tener un número de móvil y una dirección de correo electrónico
Pero las cuentas sin comisiones pueden solicitar requisitos adicionales dependiendo del banco. Algunos requisitos que podrían pedirte son:
Domiciliar una nómina por una cantidad mínima de euros al mes
Permanecer con la cuenta activa por cierta cantidad de tiempo
Domiciliar recibos como el de la luz, el gas o la fibra
Contratar servicios adicionales como seguros
Pedir y utilizar tarjetas de débito o crédito
Puede que tengas que cumplir solo uno de estos requisitos, o varios de ellos. Para saberlo con exactitud, consulta las condiciones específicas de la cuenta que estás considerando contratar.
La principal ventaja es que ahorras dinero. Sin tener que pagar comisiones cada mes, es posible que en un año te ahorres hasta 200€. Además, el hecho de que la mayoría de las cuentas sean online las vuelve en una alternativa muy conveniente y rápida de contratar.
Por otro lado, una de las desventajas es que dependes de poder cumplir requisitos específicos. Tienes que saber qué requisitos son y tener cuidado para asegurarte de continuar cumpliéndolos en el tiempo. En caso contrario puede que comiencen a cobrarte comisiones o que ya no puedas utilizar la cuenta.
Además de eso, las cuentas sin comisiones tienen las mismas ventajas y desventajas que cualquier otra cuenta bancaria. En general son un producto con más aspectos positivos que negativos.
Todos los tipos de cuentas que existen pueden ser sin comisiones si el banco así lo elige. Los tipos más comunes en España son:
Cuenta corriente: La cuenta más común y simple. Sirve para administrar el dinero en el día a día y suele estar asociada a una tarjeta de débito. Puede ser tanto con comisiones como sin comisiones.
Cuenta nómina: Una cuenta corriente especialmente diseñada para domiciliar la nómina. Son casi exclusivamente cuentas sin comisiones y la domiciliación de nómina es requisito indispensable para poder contratarla.
Cuenta de ahorro: Es una cuenta diseñada para guardar el dinero a largo plazo. Puede o no generar intereses, dependiendo del banco, y es común que sea sin comisiones. Algunas pueden contratarse por sí mismas y otras están asociadas a una cuenta corriente. Dependiendo del banco, podrían tener limitaciones en las transacciones que se pueden realizar y no tener tarjeta de débito asociada.
Cuenta remunerada: Son cuentas que generan intereses sobre el dinero que tengas depositado. Su funcionamiento varía mucho dependiendo del banco. Algunas podrían funcionar más como una cuenta corriente, permitiendo usar tarjetas de débito y domiciliar pagos. Otras funcionan más como una cuenta de ahorro y no permiten ni tarjetas ni pagos. Las características específicas dependen de la cuenta.
Estas son las comisiones más comunes que suelen cobrar los bancos. Con una cuenta sin comisiones pueden evitar pagar algunas de estas, pero hay otras que son más difíciles de evitar.
Apertura: Es una comisión única que cobran cuando contratas la cuenta. Si tienes una cuenta sin comisiones, puedes ahorrarte pagar esta.
Mantenimiento: Es una comisión recurrente que generalmente se cobra de forma mensual. Puedes ahorrarte pagarla con una cuenta sin comisiones.
Uso de cajeros de otros bancos: Es un importe extra a pagar si necesitas sacar dinero en un cajero automático de otro banco. El cajero debería mostrarte el importe de la comisión para que puedas decidir si quieres continuar o no. Dependiendo del banco, puede que tengas que pagar esta comisión incluso con tu cuenta sin comisiones.
Transferencias: Esta comisión se cobra cuando envías dinero a otras cuentas, especialmente si se trata de cuentas fuera de la zona SEPA, si la transferencia es urgente, o si es de un importe muy elevado. Puede que aún tengas que pagarla, incluso si tu cuenta es sin comisiones.
Descubierto: Se trata de una comisión que te cobran cuando intentas hacer un pago y no tienes saldo suficiente. Algunos bancos permiten que el pago se realice y tu cuenta quede en saldo negativo; a cambio, deberás devolver el dinero faltante más la comisión de descubierto. No es tan común, pero si tu banco lo permite, podrías tener que pagarla incluso en tu cuenta sin comisiones.
Cambio de divisas: Este es un importe extra que se cobra cuando realizas pagos en una moneda diferente al euro, mientras estás de viaje, por ejemplo. Las cuentas sin comisiones no siempre están exentas de esto.
Tarjetas de débito y crédito: Cuando contratas estas tarjetas, podría tener sus propias comisiones de emisión y mantenimiento. Algunas cuentas sin comisiones te permiten ahorrarte también las comisiones de las tarjetas.
Operar en oficinas: Se trata de una comisión que cobran cuando acudes a una sede física a hacer un depósito o retiro, en lugar de hacerlo en cajeros automáticos o en la aplicación móvil.
Como podrás ver, la mayoría de las comisiones no están exentas; sin embargo, las comisiones más comunes —apertura y mantenimiento— sí que lo están. El resto de las comisiones son por situaciones específicas que es poco probable que tengas que realizar con frecuencia. Evitar sacar efectivo en un cajero de otro banco o evitar quedarte en saldo negativo es relativamente sencillo y no es probable que necesites hacer transferencias grandes o cambio de divisas frecuentemente.
La cuenta corriente es un espacio donde puedes depositar el dinero de tus ingresos, ya sea tu sueldo u otro tipo de ingresos, y tenerlo disponible en cualquier momento. Su función básica es guardar el dinero y permitirte acceder a él en cuanto lo necesites, ya sea por medio de transferencias, Bizum o tarjeta de débito.
Es un tipo de cuenta que te ofrece intereses por el dinero que depositas en ella. Los intereses varían dependiendo de la entidad bancaria, pero generalmente pueden ir desde 1% hasta 3.5%. Mientras más alto sea el tipo de interés, más rendimiento obtendrás por el dinero depositado.
Varía según el banco, pero generalmente suelen pedir:
DNI/NIE vigente
Comprobante de domicilio, como el recibo de algún servicio
Comprobante de ingresos, como un estado de cuenta, nómina o declaración de la renta
Las comisiones varían según la cuenta y el banco, pero algunas de las más comunes son:
Administración y mantenimiento de la cuenta
Por ingreso de cheques
Por retirada de efectivo
Por cada transferencia
Por saldo negativo
La cuenta que elijas puede cobrar todas estas comisiones, solo algunas, o ninguna, dependiendo de las condiciones impuestas por el banco.
La cuenta corriente es un espacio donde puedes depositar el dinero de tus ingresos, ya sea tu sueldo u otro tipo de ingresos, y tenerlo disponible en cualquier momento. Su función básica es guardar el dinero y permitirte acceder a él en cuanto lo necesites, ya sea por medio de transferencias, Bizum o tarjeta de débito.
Es un tipo de cuenta que te ofrece intereses por el dinero que depositas en ella. Los intereses varían dependiendo de la entidad bancaria, pero generalmente pueden ir desde 1% hasta 3.5%. Mientras más alto sea el tipo de interés, más rendimiento obtendrás por el dinero depositado.
Varía según el banco, pero generalmente suelen pedir:
DNI/NIE vigente
Comprobante de domicilio, como el recibo de algún servicio
Comprobante de ingresos, como un estado de cuenta, nómina o declaración de la renta
Las comisiones varían según la cuenta y el banco, pero algunas de las más comunes son:
Administración y mantenimiento de la cuenta
Por ingreso de cheques
Por retirada de efectivo
Por cada transferencia
Por saldo negativo
La cuenta que elijas puede cobrar todas estas comisiones, solo algunas, o ninguna, dependiendo de las condiciones impuestas por el banco.