Hipotecas a plazo variable

La hipoteca es un préstamo para adquirir una vivienda. Suelen cubrir alrededor del 80% del precio de la vivienda y dar hasta 30 años para amortizar el préstamo. En Credilemon te mostramos las mejores hipotecas tipo variable de España para que elijas la más adecuada para ti.

Sabadell

Icon Hipotecas Hipoteca

Hipoteca Variable Sabadell

A devolver en 30 años

Interés según evolución del euríbor

Hasta el 80% del valor de la vivienda

Hipotecas a plazo variable

Las hipotecas son préstamos para comprar inmuebles como un piso o una casa. Debido al elevado precio de los inmuebles, el capital que se puede obtener con una hipoteca es alto y el plazo para devolver el préstamo también suele ser muy largo. Puede haber hipotecas con plazos cortos, de unos 5 años, pero la gran mayoría suelen ser de 20 años o más.

Se trata de uno de los tipos de préstamos más complicados, ya que requieren una gran cantidad de requisitos y siguen un proceso que puede tardar hasta 2 meses, si no se presenta ningún inconveniente. En este proceso destacan la contratación de un profesional para que determine el valor real de la vivienda a comprar, y la presencia de un notario al momento de firmar la hipoteca y la compraventa de la vivienda.

 

Características de una hipoteca tipo variable

Las hipotecas tipo variable tienen las siguientes características principales:

  • Financian hasta el 80% del valor de la vivienda

  • Tienen un plazo de amortización de hasta 30 años

  • El tipo de interés se recalcula cada 6 meses o un año, por lo que puede subir o bajar.

  • El tipo de interés en el momento de la contratación puede ser un poco más bajo que el de las hipotecas tipo fijo.

Las características relacionadas con el tipo de interés son las más importantes, ya que son la principal diferencia con otros tipos de hipotecas. Más allá de esto, el funcionamiento de las hipotecas suele ser muy parecido, independientemente de si son de tipo fijo, variable o mixto.

La principal ventaja de una hipoteca variable es que tienes el potencial de pagar menos dinero en las cuotas si el tipo de interés baja en la siguiente revisión. Por otro lado, una desventaja importante es la falta de certeza, ya que nunca sabes a ciencia cierta cuánto pagarás en las próximas cuotas.

 

Por qué elegir una hipoteca tipo variable

Las hipotecas variables tienen su utilidad, el cual depende principalmente del Euríbor. Este es un índice de referencia que se calcula con base en el tipo de interés que los bancos europeos utilizan para prestarse dinero unos a otros.

Los bancos utilizan el Euríbor para calcular el tipo de interés de las hipotecas, el cual suele ser el valor del Euríbor más un porcentaje adicional. Por ejemplo, Euríbor + 2%. Este índice varía constantemente, por lo que el valor suele ser diferente de un mes a otro, aunque sea solo por algunos decimales.

Las hipotecas tipo variable son más convenientes cuando el Euríbor tiene un valor elevado, ya que aunque el porcentaje que pagarás inicialmente será alto, cuando el índice baje, el tipo de interés de tu hipoteca bajará también. En cambio, cuando el Euríbor está en un valor bajo, una hipoteca tipo variable no tiene sentido, porque en cuanto el valor suba, ya no podrás beneficiarte del tipo de interés bajo que tenías hasta el momento.

Por ejemplo. Si el Euríbor está en 4% y tu hipoteca variable es de 4% + 2%, pagarás un interés elevado durante un tiempo; sin embargo, si al cabo de un año el Euríbor baja a 3% y después a 2%, el interés de tu hipoteca bajará acorde. En el caso contrario, si el Euríbor está a 1% y pides una hipoteca tipo variable, pagarás 1% + 2% por un tiempo, pero si el índice llega a subir a 2% o más, tus cuotas mensuales también aumentarán.

En líneas generales, quieres pedir una hipoteca tipo variable cuando sea más probable que el Euríbor baje en el futuro y te beneficies de ello.

 

Requisitos de las hipotecas tipo variable

En cuanto a los requisitos, todos los tipos de hipotecas suelen tener los mismos. Generalmente son los siguientes:

  • Tener ingresos recurrentes y suficientes. Las cuotas mensuales no pueden superar el 35% de los ingresos netos.

  • Tener un contrato laboral indefinido o ciertos años como autónomo.

  • Ser mayor de edad. Además, la suma de tu edad más el plazo de la hipoteca no puede superar los 75 años.

  • Tener 20% del valor de la vivienda, más un adicional para impuestos, comisiones y otros gastos.

  • Tener un buen comportamiento financiero y no estar en listas de morosidad.

A estos requisitos básicos en muchas ocasiones se le suman otros relacionados con productos del banco. Pueden ser algunos de los siguientes:

  • Domiciliar la nómina o recibos de servicios en el banco

  • Utilizar la tarjeta de crédito cierta cantidad de veces en el año

  • Contratar uno o varios seguros con el banco

Algunos bancos consideran estos como requisitos obligatorios y es poco probable que concedan la hipoteca si no se cumplen. En cambio, otros bancos ofrecen bonificaciones por cumplirlos, como una tasa de interés más baja o exoneración de la comisión de apertura. En este caso, puede que concedan la hipoteca si no se cumplen, aunque con condiciones menos favorables.

¿Buscas una hipoteca?

Entra en nuestro simulador de hipotecas y calcula la cuota mensual, los intereses, impuestos y todos los gastos relacionados con tu hipoteca.

Simula tu hipoteca