Un seguro de vida garantiza compensación en caso de fallecimiento, incapacidad o jubilación. El beneficiario puede ser el propio asegurado o una persona o empresa de su elección. Compara los mejores seguros de vida de España con Credilemon.
El seguro de vida en un producto que está pensado para brindar seguridad a la familia en caso de que el titular fallezca o se vea incapacitado, aunque también hay seguros que el titular puede cobrar cuando se haga mayor como complemento a su pensión. En ambos casos, el seguro es una forma de compensar la pérdida de ingresos causada por el fallecimiento, la incapacidad o la vejez.
Los seguros de vida se pueden clasificar en 3 tipos:
Seguro de vida riesgo: Es el tipo más conocido de seguro de vida. Cuando el titular fallece, el beneficiario recibe cierto capital como indemnización. También puede cubrir incapacidad permanente, en cuyo caso el titular es quien recibe el capital.
Seguro de vida ahorro: Con este seguro, el titular y la aseguradora firman un contrato por un periodo determinado de tiempo. Cuando ese periodo se cumple, el titular recibe cierta cantidad de dinero que puede complementar la pensión.
Seguro de vida mixto: Combina los dos tipos anteriores. El titular elige una fecha de vencimiento del contrato y la cantidad asegurada puede ir a un beneficiario si el titular fallece, o al propio titular si el contrato llega a su fin.
En el caso del seguro de vida riesgo, el beneficiario del seguro recibe una cantidad de dinero como indemnización para compensar la pérdida de ingresos causada por el fallecimiento. Estos seguros también suelen tener cobertura en caso de incapacidad permanente.
El titular de la póliza suele ser la persona que contrata y paga el seguro; también es la persona que elije al beneficiario. Puede elegir a cualquier familiar, amigo, socio, organización benéfica, empresa o cualquier otra persona que quiera. Además, puede designar a más de un beneficiario e incluso elegir qué porcentaje del capital le corresponde a cada beneficiario.
El capital asegurado es la cantidad que el beneficiario va a recibir. Al momento de contratar el seguro, el titular también elije qué cantidad quiere asegurar, aunque las aseguradoras suelen tener un mínimo y un máximo permitidos. En líneas generales puede variar entre los 6.000€ y los 3.000.000€, aunque depende mucho de la empresa.
El seguro de vida ahorro funciona de forma muy similar, solo que el titular y el beneficiario son el mismo y la condición para que la póliza tome efecto es el vencimiento del contrato, no el fallecimiento o incapacidad permanente.
El titular se compromete a pagar una prima cuando contrata el seguro. Esta prima suele ser anual y se paga durante todos los años que la póliza permanezca activa; es decir, hasta que el titular fallezca, el contrato termine, o el titular decida que no quiere continuar con la póliza.
También es posible fraccionar la prima en pagos semestrales, trimestrales o mensuales para faciliarlo, pero en ese caso, la prima total suele ser más cara que en caso de los pagos anuales.
El coste de la prima depende de 3 factores principales:
Las características del asegurado
Las coberturas que contrate
El capital que decida contratar
Mientras más coberturas y mayor capital, más alto el coste de la prima. Por otro lado, factores como la edad, el estado de salud, la profesión y el estilo de vida también afectan el precio, ya que habrá mayor o menos riesgo de muerte dependiendo de qué tan mayor es el titular, qué problemas de salud tiene, qué tan riesgoso es su trabajo y qué tan seguro es su estilo de vida. Por ejemplo, las enfermedades crónicas y los deportes extremos aumentan el riesgo de muerte. También hay ciertos trabajos que aumentan este riesgo, como trabajar a grandes alturas, con maquinaria pesada o cargando materiales de gran tamaño o peso.
Los seguros de vida tienen coberturas para distintas situaciones que podrían producirse al momento de que la póliza tome efecto. Al contratar el seguro, el titular puede elegir una o varias de estas coberturas y su elección tendrá influencia sobre el coste total de la prima anual.
Las principales coberturas son:
Fallecimiento: La cobertura principal que garantiza que el beneficiario reciba el capital asegurado en caso de que el titular muera. Existen distintas coberturas en caso de fallecimiento por causas naturales, por accidente, por accidente de circulación o por suicidio.
Incapacidad permanente y absoluta: Con esta cobertura, el titular recibe el capital asegurado como indemnización en caso de que ya no pueda ejercer su profesión por incapacidad permanente.
Incapacidad temporal: Es similar a la cobertura anterior, pero indemniza al titular en caso de que no sea capaz de ejercer su profesión por un tiempo debido a enfermedad o accidente.
Doble y triple capital: Con esta cobertura, la aseguradora se compromete a aumentar el capital de la indemnización si el fallecimiento o incapacidad se produce por accidente laboral o de tráfico.
Repatriación: Esta cobertura garantiza que los restos del titular sean trasladados a su país de origen en caso de que fallezca en el exterior. Además, algunas aseguradoras también podrían cubrir los gastos de viaje de un familiar, en caso de que deba trasladarse para reconocer el cuerpo.