Este préstamo te permite comprar un coche hoy y pagar el precio del mismo en cuotas por los próximos meses o años. Es una buena opción si no quieres pasar mucho tiempo ahorrando dinero para poder comprar el coche por tus propios medios. Compara los mejores préstamos para comprar coches de España en Credilemon:
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Los préstamos para comprar un coche son un tipo de préstamo con características específicas que permiten a una persona comprar un coche. Con este préstamo puedes acceder al coche inmediatamente, en lugar de tener que ahorrar durante meses hasta acumular el dinero necesario para comprarlo. A cambio, tendrás que pasar los siguientes meses o años pagando el préstamo.
Estas son las características que diferencian a estos préstamos de otros tipos de préstamo personal:
El importe suele estar entre los 1.000€ y los 75.000€, aunque depende de la entidad que lo conceda y del valor del coche.
El plazo de devolución suelen ser de entre 12 meses y 8 años, dependiendo de la entidad y el importe del préstamo.
Los intereses suelen ser más bajos que otros préstamos. Además, si quieres comprar un coche híbrido o eléctrico podrás disfrutar de condiciones aún más favorables.
Los requisitos en cuanto a la solvencia económica y la capacidad de pago pueden ser más estrictos, ya que la cantidad prestada es más alta que en muchos otros préstamos personales.
Si ya tienes una parte del precio del coche como primer pago o entrada, el banco podría darte mejores condiciones en el préstamo porque demuestras capacidad de ahorro.
Aunque tienen un nombre similar, se trata de dos préstamos completamente diferentes, por lo que es importante no confundirlos. El préstamo para comprar un coche te da el dinero necesario para adquirir un vehículo y generalmente no puedes usar ese dinero para ningún otro fin. La documentación que te exigen usualmente está relacionada con demostrar que tienes ingresos estables y eres solvente.
Por otro lado, el préstamo con aval de coche utiliza un vehículo que ya es de tu propiedad como garantía de que vas a pagar el préstamo que estás pidiendo. El coche tiene que cumplir ciertos requisitos y deberás presentar documentación que demuestre que eres el dueño del vehículo. Es un tipo de préstamo útil si no tienes ingresos estables o si estás en ASNEF, y el dinero que obtienes suele ser de libre uso.
Hay muchos concesionarios y marcas de coches que ofrecen la opción de comprar el vehículo con financiación. El funcionamiento es muy parecido al de un préstamo para comprar un coche, pero tienen algunas diferencias:
En un préstamo, el banco te da el dinero y tú vas a concesionario a pagar por el coche. En la financiación, el banco le da el dinero al concesionario y tú te llevas el coche. En ambos casos, debes pagarle al banco en cuotas mensuales.
El concesionario puede exigir condiciones adicionales como contratar seguros específicos a través de ellos. En los préstamos esto no es común.
La financiación podría tener una reserva de dominio, lo significa que el coche no sería tuyo realmente hasta que termines de cancelar la deuda. Un préstamo no suele tener este tipo de reservas.
El proceso de financiación es más cómodo porque todo se hace a través del concesionario. Pero también tienes menos elección sobre el banco y las condiciones, porque lo más común es que el concesionario tenga un acuerdo con un banco concreto para todas las financiaciones que realice. Otro punto a tener en cuenta es que el concesionario puede establecer condiciones específicas
Al momento de elegir un préstamo o financiación, todo depende de los intereses, plazos de pago y cuotas mensuales. Puedes solicitar información sobre las opciones de financiación que ofrece uno o varios concesionarios y compararlos con préstamos de diversos bancos. En Credilemon te mostramos en un solo lugar la información relevante sobre los mejores préstamos para comprar coches, para que puedas decidir.
Idealmente quieres tener los intereses más bajos y el plazo de pago más corto. Sin embargo, lo más importante es encontrar cuotas mensuales que puedas permitirte pagar, ya que eso te evitará caer en mora o impago. Por ello, trata de buscar un equilibrio que te permita tener cuotas cómodas, aunque se trate de elegir unos intereses un poco más altos o un plazo de pago un poco más largo.
La entidad financiera con la que solicitaste el préstamo pone a tu disposición los métodos de pago que acepta. Puedes revisar esta información en su página web o contactarlos a través de servicio al cliente.
La cantidad de dinero que puedes pedir varía dependiendo del tipo de préstamo y de tu historial financiero. Por ejemplo, un microcrédito suele tener un máximo de 2.000€, mientras que un préstamo personal puede llegar hasta los 30.000€ o 60.000€ dependiendo de la entidad. Además, el prestamista aprobará o no una cantidad dependiendo de información como, por ejemplo:
Tu tipo de empleo
Tu salario
Si vives alquilado o eres propietario
Cuantas personas viven contigo
Si estás en ASNEF
En general, mientras más estable sea tu empleo y tu salario, mayor será el monto que estén dispuestos a prestarte.
El plazo máximo depende del importe del préstamo y de las condiciones de la entidad prestamista. Algunos préstamos se deben devolver en 7 días y otros, en 7 años. En general, mientras más pequeño sea el importe, menos tiempo habrá para pagarlo. Además, varias de las entidades financieras te permiten elegir el plazo que quieres cuando solicitas el préstamo.
La documentación puede variar entre una entidad y otra, pero generalmente suelen pedir lo siguiente:
DNI/NIE vigente
Justificación de ingresos (nómina, estado de cuenta o declaración de la renta)
Vida Laboral
Algunas entidades solo te piden fotos de ti y de tu documento de identidad, y verifican tus ingresos directamente con el banco donde recibes tu nómina.
Cuando pides un microcrédito, por lo general tu situación laboral es irrelevante o con poca importancia. En cambio para préstamos, en la mayoría de casos los bancos piden que estés percibiendo ingresos regulares, ya que es la única forma de que la entidad pueda estar segura de que vas a devolver el dinero. Los ingresos pueden ser por un trabajo estable, pero también pueden ser por pensión, paro, alquiler de propiedades, etc.
Sí, hay entidades financieras que otorgan préstamos a personas inscritas en ASNEF u otras listas similares. Sin embargo, los intereses de estos préstamos suelen ser más elevados de lo normal.
Si no pagas una cuota a tiempo, es posible que el prestamista te cobre intereses adicionales por retraso y tengas que pagar un importe más elevado. Para evitar esto, es importante que contactes con la entidad y les avises que no vas a poder pagar. Así, podrás negociar una solución con ellos, como extender el plazo del pago, para evitar esos intereses moratorios.
Cuando no aprueban un préstamo, suele ser porque la entidad financiera considera que es demasiado riesgoso prestarte. Las causas más comunes son no tener ingresos estables, solicitar un importe más alto del que puedes devolver, o estar inscrito en ASNEF.
El interés es un porcentaje determinado de un importe. Cuando solicitas un préstamo, la entidad financiera fija una tasa de interés anual que tendrás que pagar adicional al importe del préstamo. Por ejemplo, si tienes un 20% de interés en un préstamo de 1.000€, en total deberás pagar 1.200€.
El tipo de interés varía dependiendo del importe solicitado, el plazo para pagarlo y tu historial crediticio. En general, los préstamos por importes pequeños suelen tener intereses más altos y las personas con mal historial crediticio también suelen obtener préstamos con intereses más elevados.