¿Cómo hacer que tu compra no sea compulsiva?

En este artículo

¿La compra compulsiva está arruinando tu relación con el dinero?

¿Alguna vez has querido ir de compras al centro comercial y gastar el bono que te acaban de dar ? ¿Alguna vez has sentido que mereces comprar algo más de lo mismo porque “para eso trabajas”?

¿Alguna vez has sentido que tienes que seguir comprando para sentirte satisfecho?

Si una de sus respuestas es “sí”, te animamos a que pienses en tu comportamiento de compra porque si no tienes control sobre tu dinero, puedes volverte adicto a las compras compulsivas.

Pero primero es importante entender quién puede considerarse un comprador compulsivo: Aquella persona que experimenta un impulso irresistible y repetitivo de comprar cosas incluso cuando no son necesarias, independientemente de las consecuencias negativas que puedan tener sobre su vida.

Las consecuencias

Hay dos tipos de personas según las consecuencias:

• Una persona que ha probado el sabor amargo de la deuda gastando más de lo que puede.

• Quién no puede imaginar los riesgos de una compra así porque todavía no está sobreendeudado.

Los deudores han dejado de pagar algunas de sus facturas y siguen pagando costes innecesarios. Ya están en el semáforo rojo de su situación crediticia. Está claro que la salud financiera de esa persona ha sido dañada.

Una persona que, aún sin endeudarse, sigue gastando dinero, pero sin pensar que hay un problema con sus impulsos, puede acabar teniendo deudas y haciendo su situación más complicada.

La opinión de los especialistas

Estas conductas compulsivas pueden considerarse adicciones porque tienen características similares a otras adicciones, entre ellas:

• Pérdida de control

• Búsqueda constante de satisfacción a través de las compras.

• Generación de tolerancia 

En otras palabras, la satisfacción es temporal a medida que se desarrolla la tolerancia. Esto significa que es posible que tengas que comprar más para sentirte satisfecho.

¿Entonces, qué puedes hacer?

Es importante actuar en lugar de huir de la realidad. Y el primer paso es saber identificar la adicción. Esto requiere ser muy honesto contigo mismo acerca de tus patrones de compra y cómo afectan tu vida diaria. Puedes notar los siguientes comportamientos y/o sentimientos:

• Sentirse culpable o avergonzado después de realizar una compra. 

• Pedir dinero prestado para comprar algo que no se necesita pero le permite disfrutarlo de inmediato. 

• Sentirse emocionalmente vacío y compensarlo comprando los artículos que se van acumulando. 

• Si la compra afecta a las relaciones interpersonales y puede provocar discusiones con la pareja, los hijos o los padres.

Primeros pasos para el remedio

Si tus compras se están saliendo de control pero aún no se han convertido en un problema grave, es importante tomar medidas. Para ello, puedes preparar un presupuesto mensual.

Si, en cambio, determinas que tienes un problema más grave, busca ayuda de un especialista en conducta y emociones.

No tiene porque ser un psicólogo, puede ser un experto en administración de dinero o un asesor financiero personal que puede ayudarte con números y planes de acción para pagar deudas y reemplazar gastos con ahorros. No permitas que tus hábitos de compra afecten tu salud financiera. La respuesta puede estar dentro de ti. Identificar y regular estos comportamientos puede ahorrarte mucho dinero y dolores de cabeza.