En el contexto de los contratos, la expresión “letra pequeña” se utiliza para referirse a cláusulas o condiciones que están escritas en un tamaño de letra menor al resto del texto. Se suele utilizar para añadir más información sin ocupar demasiado espacio o interrumpir el flujo del texto principal. Sin embargo, con frecuencia contiene datos vitales para entender adecuadamente lo que se está leyendo, como podría ser limitaciones, obligaciones o gastos adicionales.
Si una persona no lee la letra pequeña, en el futuro podría encontrarse en situaciones desfavorables sin haberlo esperado. Decir que no estaba al tanto de esas condiciones no ayuda a zafarse del asunto; por ello, es importante leer la letra pequeña para asegurarse de que no haya cláusulas o condiciones desfavorables en el contrato. En ocasiones la letra pequeña puede estar redactada con lenguaje técnico o complejo, por lo que puede ser necesario hacer preguntas o buscar asesoramiento para entenderlo en su totalidad.
Términos relacionados: Contrato de compra/venta, Contrato de préstamo.