Depósitos bancarios

Un depósito es un producto que te permite entregar cierto dinero al banco durante un periodo de tiempo fijo. Al finalizar ese periodo se te devuelve el dinero, junto con una cantidad adicional por intereses. En Credilemon puedes comparar diversos depósitos a plazo y elegir el más conveniente para lo que necesitas.

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Depósitos

Un depósito es un producto financiero mediante el cual entregas una cantidad de dinero al banco. Este dinero permanece en el banco durante un periodo de tiempo determinado, tras el cual el banco te devuelve el dinero, junto con un porcentaje adicional por intereses. Se pueden considerar estos depósitos como un préstamo que haces al banco, y es una forma de ahorro que genera rentabilidad para ti.

Cuando los bancos ofrecen este producto, generalmente lo hacen con las condiciones ya establecidas. Hay una cantidad mínima, un tiempo de duración y un porcentaje de interés específicos. Tiene que cumplir los requisitos y estar de acuerdo con las condiciones para poder contratar el producto.

 

Tipos de depósitos

Hay dos tipos de depósitos más comunes: a la vista y a plazo.

El depósito a la vista es el tipo más básico y común, ya que tienes el dinero disponible para utilizar en cualquier momento y puedes o no recibir rentabilidad, dependiendo del producto específico. Las cuentas bancarias son depósitos a la vista. Las cuentas corrientes generalmente no ofrecen rentabilidad, pero las cuentas remuneradas sí la ofrecen.

El depósito a plazo es un tipo menos común, pero que siempre genera rentabilidad para ti. Recibe su nombre porque el dinero depositado no se puede retirar por un plazo determinado; por ejemplo, seis meses. A cambio, recibes un porcentaje determinado de rentabilidad, con lo que el dinero se multiplica lentamente. La rentabilidad se puede recibir mensualmente o al finalizar el plazo del depósito, dependiendo de lo establecido en el contrato.

 

Características de los depósitos

Estas son las características principales de los depósitos a plazo:

  • Es una forma segura de obtener ganancias sobre el dinero guardado, ya que el riesgo de perder el dinero es mínimo.

  • La rentabilidad puede ser fija o variable, dependiendo de las condiciones del depósito. La rentabilidad fija tiene un mismo tipo de interés a lo largo de todo el plazo. La rentabilidad variable tiene un tipo de interés que fluctúa de un mes a otro.

  • La rentabilidad suele ser mayor cuanto más largo sea el plazo del depósito. Generalmente, un depósito a 12 meses generará más ganancias que un depósito a 6 meses.

  • Además de los intereses, también pueden tener gastos y comisiones asociados. Por ello, es mejor utilizar el TAE para comparar varios depósitos y elegir uno.

 

Beneficios de los depósitos

Los depósitos a plazo tienen el beneficio de que te permiten ahorrar y obtener ganancias por ese dinero ahorrado. Ya que no puedes retirarlo antes de que se cumpla el tiempo, tienes la seguridad de que no vas a gastar tus ahorros por error o en un momento de impulsividad. Además, las ganancias te permiten generar más dinero de forma segura y pasiva.

Es recomendable que el dinero que tengas en un depósito a plazo sea dinero que no vas a utilizar antes del vencimiento. Lo mejor es que solo deposites dinero sobrante que no necesitarás para cubrir tus necesidades durante ese periodo de tiempo. Esto se debe a que si te ves obligado a retirar el dinero antes de que el plazo termine, enfrentarás penalizaciones que podrían mermar la rentabilidad del depósito.

Si tienes dinero que vas a necesitar dentro de poco tiempo pero quieres generar algo de rentabilidad hasta entonces, un depósito a la vista remunerado sería la mejor opción, ya que no tendrás que enfrentar penalizaciones cuando llegue el momento de retirar el dinero. 

 

Fondo de Garantía de Depósitos

El Fondo de Garantía de Depósitos (FGD) es un organismo español que se encarga de asegurar los depósitos para proteger el ahorro de los consumidores. Si una entidad financiera entra en insolvencia o quiebra, el FGD garantiza que los depositantes de esa entidad reciban su dinero. De esta forma, se evita que las personas pierdan sus ahorros por problemas como crisis económica o mala gestión.

El FGD se financia con fondos privados. Todas las entidades financieras asociadas contribuyen dinero periódicamente al fondo y este es el que se utiliza para reembolsar a las personas en caso necesario. Se creó con la intención de darle más seguridad al sistema financiero y evitar que las personas retiren sus ahorros de forma masiva cuando hay alguna dificultad o crisis económica. 

El FGD protege todo tipo de depósitos, desde cuentas corrientes hasta depósitos a plazo, siempre que no superen los 100.000€. Por ejemplo, si tienes 50.000€ ahorrados en el banco, el FGD te reembolsará el importe completo en caso de que el banco quiebre. En cambio, si tienes 120.000€, solo te reembolsará los primeros 100.000€ y los 20.000€ restantes se perderían. Este límite se establece para prevenir que los grandes ahorradores se lleven la mayor parte del dinero disponible y eviten que ahorradores más pequeños puedan obtener el reembolso que les corresponde.