Un microcrédito o un préstamo rápido es un préstamo por un importe pequeño con un plazo de pago corto. Se conceden en línea y suelen pedir menos requisitos que los préstamos tradicionales. Estos son los mejores microcréditos de España en este 2025:
Contenido en este artículo
Los microcréditos o préstamos rápidos son un tipo de préstamo por un importe pequeño de dinero. Lo más común es que sean de entre 50€ y 2.000€, aunque hay empresas que no prestan más de 1.000€. Los microcréditos están pensados para ser un préstamo que se concede rápido y que debe pagarse rápido también, por lo que los plazos suelen ser cortos, de 90 días como máximo.
Las ventajas de los microcréditos son:
El proceso de aprobación es rápido
No suelen pedir tanta documentación
Se pueden pedir en línea en cualquier momento
En algunos casos, pueden aceptar personas inscritas en ASNEF
Pero, también tiene algunas desventajas:
El plazo para pagarlo es corto
Los intereses suelen ser más elevados que los de un préstamo tradicional
Las penalizaciones por mora e impago tienden a ser más altas
Es más sencillo sobreendeudarse
Los microcréditos son un producto financiero útil, pero que requiere ser utilizado con responsabilidad para evitar problemas.
Los requisitos siempre van a variar dependiendo de la entidad, pero hay algunos que tienden a ser comunes:
Ser mayor de edad
Tener un DNI/NIE vigente
Contar con un número de móvil y una dirección de correo electrónico
Tener una cuenta bancaria a tu nombre
Demostrar capacidad de pago
En algunos casos, además de la mayoría de edad también podría haber una edad máxima más allá de la cual el microcrédito no está disponible. Esta edad puede estar entre los 65 y los 80 años.
La capacidad de pago en algunos casos se demuestra a través de la cuenta bancaria. Existe un sistema seguro mediante el cual puedes acceder a tu banca en línea y permitir que la entidad con la que tratas revise tu historial bancario y vea si podrás pagar. Esta es una forma de agilizar el proceso sin tener que pedirte documentación adicional, pero es importante que te asegures de estar tratando con una entidad confiable antes de introducir los datos de acceso.
Este es otro aspecto que depende de la entidad financiera, pero estos son algunos de los gastos y comisiones más comunes:
Comisión de apertura: es una comisión que se cobra al momento de conceder el préstamo. Suele ser un porcentaje pequeño del dinero que solicitaste, por lo que recibes un poco menos del importe especificado.
Comisión por amortización anticipada: esta comisión se cobra cuando decides pagar el préstamo antes de su fecha de vencimiento. Cuando haces esto, dejas de acumular intereses, por lo que la entidad deja de percibir parte de sus ganancias. Para compensar, cobran un pequeño porcentaje del importe del préstamo.
Comisión por mora: se trata de una comisión que se cobra cuando te retrasas en los pagos. Puede ser un porcentaje del dinero que todavía tienes que pagar y en ocasiones puede venir acompañada de intereses moratorios.
Gastos de cobranza: es un porcentaje adicional que se cobra por los esfuerzos que tiene que hacer la entidad para contactarte y pedirte que pagues, cuando te retrasas en los pagos. Puede reemplazar a la comisión por mora o ambas estar combinadas en una.
Intereses: es la tasa de interés común del préstamo. Dependiendo del microcrédito, los intereses podrían acumularse diariamente o mensualmente.
Intereses moratorios: es una tasa adicional que se aplica sobre el importe total del préstamo cuando te retrasas en los pagos. Estos suelen acumularse diariamente.
Un microcrédito particular podría presentar todas estas comisiones o solo algunas de ellas. Para saberlo con certeza, es importante revisar los términos del préstamo. Usualmente esta información está disponible en un contrato de préstamo que la entidad debería proporcionarte antes de hacer la transacción. Solo si aceptas los términos deberías recibir el dinero.
Para elegir el mejor microcrédito, puedes seguir estos pasos:
Determina cuánto dinero necesitas
Determina tu capacidad de pago restando tus gastos fijos (alquiler, comida, transporte, etc.) a tu sueldo mensual. El importe resultante es lo que puedes permitirte pagar en un mes.
Selecciona el plazo de pago necesario para que el importe a pagar al mes no exceda tu capacidad de pago. Muchas entidades tienen un simulador que ayuda con esto.
Encuentra entidades que ofrezcan esa cantidad y ese plazo de pago. Credilemon puede ayudarte con esto.
Compara los términos de cada entidad. Idealmente quieres las condiciones e intereses más bajos.
Una vez elijas la entidad con mejores términos, podrás solicitar el préstamo y esperar aprobación. Si te aprueban la solicitud, es importante que tomes notas de las fechas de pago para evitar atrasarte.
La entidad financiera con la que solicitaste el préstamo pone a tu disposición los métodos de pago que acepta. Puedes revisar esta información en su página web o contactarlos a través de servicio al cliente.
La cantidad de dinero que puedes pedir varía dependiendo del tipo de préstamo y de tu historial financiero. Por ejemplo, un microcrédito suele tener un máximo de 2.000€, mientras que un préstamo personal puede llegar hasta los 30.000€ o 60.000€ dependiendo de la entidad. Además, el prestamista aprobará o no una cantidad dependiendo de información como, por ejemplo:
Tu tipo de empleo
Tu salario
Si vives alquilado o eres propietario
Cuantas personas viven contigo
Si estás en ASNEF
En general, mientras más estable sea tu empleo y tu salario, mayor será el monto que estén dispuestos a prestarte.
El plazo máximo depende del importe del préstamo y de las condiciones de la entidad prestamista. Algunos préstamos se deben devolver en 7 días y otros, en 7 años. En general, mientras más pequeño sea el importe, menos tiempo habrá para pagarlo. Además, varias de las entidades financieras te permiten elegir el plazo que quieres cuando solicitas el préstamo.
La documentación puede variar entre una entidad y otra, pero generalmente suelen pedir lo siguiente:
DNI/NIE vigente
Justificación de ingresos (nómina, estado de cuenta o declaración de la renta)
Vida Laboral
Algunas entidades solo te piden fotos de ti y de tu documento de identidad, y verifican tus ingresos directamente con el banco donde recibes tu nómina.
Cuando pides un microcrédito, por lo general tu situación laboral es irrelevante o con poca importancia. En cambio para préstamos, en la mayoría de casos los bancos piden que estés percibiendo ingresos regulares, ya que es la única forma de que la entidad pueda estar segura de que vas a devolver el dinero. Los ingresos pueden ser por un trabajo estable, pero también pueden ser por pensión, paro, alquiler de propiedades, etc.
Sí, hay entidades financieras que otorgan préstamos a personas inscritas en ASNEF u otras listas similares. Sin embargo, los intereses de estos préstamos suelen ser más elevados de lo normal.
Si no pagas una cuota a tiempo, es posible que el prestamista te cobre intereses adicionales por retraso y tengas que pagar un importe más elevado. Para evitar esto, es importante que contactes con la entidad y les avises que no vas a poder pagar. Así, podrás negociar una solución con ellos, como extender el plazo del pago, para evitar esos intereses moratorios.
Cuando no aprueban un préstamo, suele ser porque la entidad financiera considera que es demasiado riesgoso prestarte. Las causas más comunes son no tener ingresos estables, solicitar un importe más alto del que puedes devolver, o estar inscrito en ASNEF.
El interés es un porcentaje determinado de un importe. Cuando solicitas un préstamo, la entidad financiera fija una tasa de interés anual que tendrás que pagar adicional al importe del préstamo. Por ejemplo, si tienes un 20% de interés en un préstamo de 1.000€, en total deberás pagar 1.200€.
El tipo de interés varía dependiendo del importe solicitado, el plazo para pagarlo y tu historial crediticio. En general, los préstamos por importes pequeños suelen tener intereses más altos y las personas con mal historial crediticio también suelen obtener préstamos con intereses más elevados.