Un préstamo para estudiante puede ayudarte a pagar tus estudios, de forma que puedas terminar la carrera o hacer una maestría sin tener que ahorrar por años primero y con condiciones bastante favorables.
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Los préstamos para estudiantes son un producto pensado para ayudarte a financiar tus estudios. Se crearon con la intención de ayudar a que más personas puedan acceder a una carrera universitaria y suelen tener condiciones más favorables que otros tipos de préstamos para facilitar la devolución del dinero.
Los préstamos para estudiantes funcionan de forma similar a otros préstamos personales, pero tienen ciertas características especiales:
Los intereses son más bajos que los de otros préstamos
Algunos bancos no cobran comisiones de apertura o pago anticipado
Los plazos de amortización son más altos, hasta 10 años en algunos casos
El importe que puedes solicitar llega hasta los 60.000€, dependiendo del banco
Algunos tienen la opción de comenzar a pagarlos una vez hayas completado los estudios.
Pueden ser de matrícula —solo para cubrir el coste de la universidad— o de estudios completos —cubren la matrícula, los materiales y manutención—.
Las características específicas siempre varían dependiendo del banco, por lo que es importante revisar detalladamente la información de cada préstamo.
Los requisitos pueden variar dependiendo de la entidad, pero estos suelen ser los más comunes:
DNI/NIE vigente
Prueba de haber sido aceptado en una universidad u otra institución educativa
Comprobante de ingresos regulares o un aval como garantía de pago
En el caso del comprobante de ingresos o garantías, los bancos también podrían solicitar que el estudiante tenga cierta antigüedad en su trabajo o que su salario tenga un importe mínimo dependiendo de cuánto quiere pedir prestado. Si es otra persona la que avala al estudiante, también deberá cumplir los mismo requisitos de antigüedad e ingresos mínimos.
Lo primero que debes pensar es cuánto dinero necesitas, y esto variará dependiendo de si quieres solo cubrir la matrícula, o si prefieres tener todos los gastos cubiertos durante los estudios. Otro factor que influencia esto es si vas a estudiar un grado de varios años, o un máster de solo un año.
Cuando ya tengas el importe total a solicitar, considera los diferentes préstamos y sus plazos de pago. La mayoría de bancos te permiten elegir en cuántos meses quieres pagar y te mostrarán cuánto dinero deberás pagar cada mes. Idealmente, quieres elegir tantos meses como sean necesarios para tener una cuota mensual que puedas permitirte pagar.
Determinar si puedes permitirte ese pago o no es bastante sencillo. Solo debes tomar tus ingresos mensuales y restarles todos tus gastos fijos, como alquiler, comida, transporte, etc. La cantidad que resulte de esa resta debería ser igual o mayor que la cuota mensual a pagar.
Otro aspecto a considerar es si el préstamo tiene otros beneficios como cero comisiones, o comenzar a pagar cuando te gradúes. El préstamo ideal para ti es aquel que te da la cantidad que necesitas en cuotas que puedes permitirte pagar y con algún beneficio que pueda hacerte las cosas más fáciles.
La entidad financiera con la que solicitaste el préstamo pone a tu disposición los métodos de pago que acepta. Puedes revisar esta información en su página web o contactarlos a través de servicio al cliente.
La cantidad de dinero que puedes pedir varía dependiendo del tipo de préstamo y de tu historial financiero. Por ejemplo, un microcrédito suele tener un máximo de 2.000€, mientras que un préstamo personal puede llegar hasta los 30.000€ o 60.000€ dependiendo de la entidad. Además, el prestamista aprobará o no una cantidad dependiendo de información como, por ejemplo:
Tu tipo de empleo
Tu salario
Si vives alquilado o eres propietario
Cuantas personas viven contigo
Si estás en ASNEF
En general, mientras más estable sea tu empleo y tu salario, mayor será el monto que estén dispuestos a prestarte.
El plazo máximo depende del importe del préstamo y de las condiciones de la entidad prestamista. Algunos préstamos se deben devolver en 7 días y otros, en 7 años. En general, mientras más pequeño sea el importe, menos tiempo habrá para pagarlo. Además, varias de las entidades financieras te permiten elegir el plazo que quieres cuando solicitas el préstamo.
La documentación puede variar entre una entidad y otra, pero generalmente suelen pedir lo siguiente:
DNI/NIE vigente
Justificación de ingresos (nómina, estado de cuenta o declaración de la renta)
Vida Laboral
Algunas entidades solo te piden fotos de ti y de tu documento de identidad, y verifican tus ingresos directamente con el banco donde recibes tu nómina.
Cuando pides un microcrédito, por lo general tu situación laboral es irrelevante o con poca importancia. En cambio para préstamos, en la mayoría de casos los bancos piden que estés percibiendo ingresos regulares, ya que es la única forma de que la entidad pueda estar segura de que vas a devolver el dinero. Los ingresos pueden ser por un trabajo estable, pero también pueden ser por pensión, paro, alquiler de propiedades, etc.
Sí, hay entidades financieras que otorgan préstamos a personas inscritas en ASNEF u otras listas similares. Sin embargo, los intereses de estos préstamos suelen ser más elevados de lo normal.
Si no pagas una cuota a tiempo, es posible que el prestamista te cobre intereses adicionales por retraso y tengas que pagar un importe más elevado. Para evitar esto, es importante que contactes con la entidad y les avises que no vas a poder pagar. Así, podrás negociar una solución con ellos, como extender el plazo del pago, para evitar esos intereses moratorios.
Cuando no aprueban un préstamo, suele ser porque la entidad financiera considera que es demasiado riesgoso prestarte. Las causas más comunes son no tener ingresos estables, solicitar un importe más alto del que puedes devolver, o estar inscrito en ASNEF.
El interés es un porcentaje determinado de un importe. Cuando solicitas un préstamo, la entidad financiera fija una tasa de interés anual que tendrás que pagar adicional al importe del préstamo. Por ejemplo, si tienes un 20% de interés en un préstamo de 1.000€, en total deberás pagar 1.200€.
El tipo de interés varía dependiendo del importe solicitado, el plazo para pagarlo y tu historial crediticio. En general, los préstamos por importes pequeños suelen tener intereses más altos y las personas con mal historial crediticio también suelen obtener préstamos con intereses más elevados.