A plazo fijo

A plazo fijo

Con una tasa de interés fija, los costos mensuales de la hipoteca nunca cambian. Desde el primer día hasta que se acabe de pagar el préstamo hipotecario, el importe será exactamente el mismo. Esta es, sin ninguna duda, la opción más segura para evitar los temores asociados a la conversión al Euribor. En otras palabras, el banco ofrecerá el préstamo a un tipo que no depende de índices de referencia, y se mantendrá constante. Las fluctuaciones del mercado financiero no afectan a este tipo de préstamo y sus cuotas mensuales permanecerán inalterables. Sin embargo, esta seguridad, estabilidad tiene un precio:

Como contrapartida el banco ofrecerá este tipo de hipoteca a un interés inicial más alto que el de las hipotecas a tipo variable y con menos beneficios que éstas. Esta opción es la más contratada a día de hoy (el 50% de las hipotecas de 2021 se firmaron a tipo fijo). 

Para que las entidades financieras te ofrezcan un tipo de interés más bajo en las hipotecas de tipo fijo, debes domiciliar tu nómina, hacer uso de tarjetas de crédito o débito, contratar algún tipo de seguro o vincular un plan de pensiones con el banco en el que vayas a contratar la hipoteca. De esta forma, también podrás disfrutar de un descuento, a parte de la estabilidad en el interés del mismo préstamo hipotecario.